viernes, 20 de junio de 2008

Información privilegiada

"La información es poder" Y es un poder tan suculento, tan apetecible, tan fácil de conseguir que cualquier persona anhela conseguirlo, es un poder con el que se pueden conseguir multitud de objetivos, metas o fines, todo depende de como sea utilizado, en que cuantía y en que dirección. La información la podemos ver y obtener de diversos modos y fuentes, pero es en la palabra hablada, mediante vía oral como se desarrollan la mayoría de nuestras comunicaciones, por tanto esa será la vía escogida para conseguir el mayor numero de información posible.

Cuando hablamos con la gente les damos información acerca de nosotros, de nuestros gustos, de nuestras aficiones, vamos inculcando nuestros ideales en cada frase coherente que va de nuestro cerebro hasta nuestra boca, ésta información la damos siempre, en mayor o menor grado. Es obvio que si es una persona amiga le proporcionamos más información, simplemente por el mero hecho de considerar que necesitamos saber de ella en la misma medida que ella necesita saber de nosotros. Si por otra parte nuestro interlocutor no es una persona de nuestro agrado procuramos no soltar mucha información personal, con el objetivo de ser lo más opacos posibles.

Si nos interesa la persona o queremos saber más sobre algún tema relacionado con ella, la razón y la lógica nos llevaría a preguntarle sobre nuestras dudas y así poder obtener la información de primera mano, quien mejor que el protagonista para que nos explique la novela, pero ¿como sabemos que lo que nos está explicando es realmente cierto? Para responder a esta pregunta tendremos que utilizar la técnica del periodismo consistente en contrastar la información, esto es, tendremos que conseguir que terceras personas nos corroboren lo que nuestros oídos han captado con anterioridad.

Para llevar a cabo el proceso de verificación con terceras personas, hemos de tener en cuenta que adoptaremos una pose de humilde, de ignorante, de sorpresa ante lo que nos está contando, ya que si de buenas a primeras le preguntamos por la veracidad de la información se encontrara reacio a confirmarla, siempre se obtiene mas información yendo de tonto, humilde por la vida que si vas con aires de divo, prepotente y sabelotodo. En ocasiones puede ser que no haga falta preguntar por el tema que nos preocupa, y que directamente surja en la conversación y nos enteremos sin ningún esfuerzo de que la historia coincide o difiere según pasa de persona a persona. La lógica nos dice que siempre es mejor la información de primera mano que de terceros, pero amigo, en ocasiones la de terceros es mucho menos manipula ble.


No todo sera enterarte de informaciones ajenas a ti, en multitud de ocasiones nos encontraremos que nuestra propia vida es motivo de relato novelesco y es entonces cuando tendremos que estar más atentos a lo que decimos, a quién se lo decimos, y cómo se lo decimos. Hemos de ir con cuidado en quien confiamos, porque si nosotros mismos vamos contando cosas de terceros, no podemos pretender que no se haga lo mismo con nosotros, pero no pasa nada, hay que ser más inteligentes, más astutos, más listos, más víboras, hay que jugar con la información que damos y recibimos, para siempre salir beneficiados, por si nos atacan que nosotros tengamos argumentos fundados para poder contrarrestar el ataque con una réplica demoledora.

En definitiva, no hay que fiarse completamente de nadie, no hay que confiar toda la información a un tipo, ni confiar en que toda la información que nos viene de la fuente es cierta. Sólo hablando con todo el mundo nos enteraremos de la verdad, si tenemos que mentir, falsear, para conseguir la verdad, se hace. Porque en esta vida no te puedes fiar de nadie, no pongas la mano en el fuego por nadie, corres el riesgo de quemarte.